Este 24 de marzo del 2011 recordamos otro año más de él comienzo de lo que sería la peor dictadura de la historia Argentina, llamada Proceso de Reorganización Nacional, que produjo la desaparición forzada por parte del terrorismo de estado de 30000 compatriotas, más el exilio de tantos otros que lucharon con sus ideas contra el gobierno militar además de la destrucción de la industria nacional y la economía argentina, generando una deuda externa enorme debido a la corrupción existente, la organización de un mundial de futbol que produjo pérdidas como pocas veces se dio en la historia y una guerra, la de Malvinas, innecesaria, declarada por un presidente alcohólico y cobarde que condujo al frente de batalla a jóvenes con poca o nula instrucción, pero con un sentido del patriotismo que los conductores no poseían .
Los trabajadores no fueron ajenos a este genocidio, varios dirigentes gremiales, trabajadores militantes y gremios, fueron perseguidos o desaparecidos solamente por pensar en el bien común de nuestra clase. El juicio y castigo que ya ha llevado a varios jerarcas a prisión no debe cesar hasta que cada uno de sus miembros haya pagado sus culpas. La recuperación de la identidad de los hijos expropiados por el gobierno militar debe ser de extrema velocidad por el estado, no pueden seguir pasando los años sin que cada hijo sepa realmente quién fueron sus padres y que defendían.
Por eso seguimos reclamando justicia, ni olvido ni perdón a los genocidas, y la unión de los argentinos para que esto no vuelva a suceder nunca. El pueblo unido jamás será vencido, frase trillada pero real. Larga vida al pueblo trabajador latino americano.
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